No arruines lo que tienes deseando lo que no tienes; recuerda que lo que ahora tienes estuvo una vez entre las cosas que solo esperabas,-Epicureo»
Nuestra Expectativa:
Cuando converso sobre el tema de la abundancia, recibo en mis sesiones casi siempre comentarios sobre libros y textos , como por ejemplo , uno muy famoso llamado “El Secreto”.
Tuvo tanto éxito, que hicieron un documental, luego una película, y terminó siendo replicado por miles de personas que creían que habían encontrado la clave para ser feliz. ¿Pero cuál era el secreto? Resulta que el secreto estaba en nuestra mente, y en nuestros pensamientos. Y nunca lo supimos. O sí. Pero no lo poníamos en práctica.
La clave estaba en visualizar lo que deseábamos para nuestra vida. Era pensar en eso que deseábamos, como si ya estuviésemos experimentándolo, para que nuestra mente realmente lo crea y pueda actuar en consecuencia. Es decir, mandarle el mensaje al universo, de que estábamos siendo felices y agradecidos.
El Verdadero Secreto
Y aquí está la clave de todo: la felicidad y la gratitud. Ser feliz es una decisión, vamos detrás del deseo, es lo que nos motiva nuestra existencia. Pero si aprendemos a agradecer por lo que vemos alrededor, lo bueno que tenemos, vibramos en esa frecuencia dando un paso más que importante para conectar con nuestra abundancia. Cuanto más agradecidos somos, menos cosas necesitamos a priori, y disfrutamos más el camino por lograr nuestras metas.
La abundancia no necesariamente es material. En este mundo consumista en el que vivimos, parecería ser que solamente es feliz el que más tiene. Pero cuantas veces vemos personas que aunque materialmente tengan mucho, sufren por otras situaciones como la salud, la soledad, el olvido de los suyos, etc… Ahí, nos damos cuenta de nuestra vulnerabilidad y que la riqueza también se manifiesta con aquello que no se puede ver, ni tocar.
La Practica Diaria
Uno de los ejercicios que más recomiendo en mis sesiones de coaching es que cada mañana al despertarnos pensar mínimo en 5 situaciones por las que te sientas agradecida, es un hábito increíble. y esto tiene que ver mucho con programar nuestra mente consciente. Pequeñas grandes situaciones como por ejemplo , abrir la ventana de par en par para que nos entre ese rayo de sol en la cara, tomarnos un café caliente todavía en pijama y sin apuro, la sonrisa de nuestros hijos, sentir amor verdadero por nuestra pareja, etc…
Intenta agradecer por aquello que no requiere grandes riquezas materiales, es decir que no significa algo limitado en el mundo material. Lo importante es que salgamos de la creencia de que algo material nos falta
Agradece todos los días.
Verás como llegan a tu vida cosas extraordinarias y tu vibración se eleva para conseguir aquello que deseas. Si nos mostramos agradecidos, el universo nos devolverá el doble.
Ayuda al prójimo:
no hay mejor manera de conectar con la abundancia que ayudar al prójimo. Dar una mano, ser solidaria, contribuir con alguien que necesita nos abre un mundo a los pies, nos muestra cara a cara como hay otros que tanta falta le hace lo que tú das por sentado. Esto te permite valorar el doble todo lo que tienes
Aleja los pensamientos de escasez:
Si vas por la vida pensando que no tienes nada, conecta con la abundancia de la naturaleza. Ella es tan sabía que te demostrará que la vida es cíclica, y que lo que hoy es semillas, mañana será un campo lleno de flores. A veces se trata solo de tener paciencia.
Presta atención:
muchas veces no nos damos cuenta y parece que vamos por la vida en piloto automático, sin registrar lo que ocurre a nuestro alrededor. Bueno, pues llegó la hora de decirte, que mientras más receptiva seas, más sensible, mejor podrás conectarte con la vida de abundancia, en vez de la de carencia.
Vive en el presente.
Es muy difícil no dejarse llevar por la ansiedad de planificar el futuro, o la tristeza de lo que dejamos atrás en el pasado. Pero lo único que tenemos seguro es el presente. El presente como un regalo para cambiar aquello que no nos gusta, y vivir de acuerdo a como queremos.
Cambia tu vocabulario.
Erradica las palabras negativas del vocabulario. Cambia el no, por quizás, puede ser, hasta que llegue a ser un sí. Hablar negativo, nos hace pensar negativo. Por lo que si hablas de manera positiva, estarás emitiendo otro mensaje al universo.
Recuerda que ser positiva es un don. Pensar cosas bonitas, anteponer los pensamientos positivos por los negativos, cambiar el vocabulario, agradecer, son todas cosas que no se nos vienen dadas.Una vez que empiezas a cambiar la frecuencia, es muy difícil volver atrás. Porque te das cuenta que todo a tu alrededor manifiesta un cambio. La comida sabe diferente, las sabanas se sienten más suaves, y el espejo te devuelve otra persona.
Vale la pena cambiar el cristal con el que se mire, y saber que tú, yo, todos, pero todos, somos merecedores de vivir una vida a plena abundancia.
¡Intentémoslo, yo te acompañaré!